LA QUE SE “ARMÓ” EN EL ANEXO





Por Flavio Suárez Fombona (Critico de arte)

Muy discretamente pero de manera determinante tuvo lugar la apertura de “El anexo”, un espacio expositivo para el arte contemporáneo ubicado en la urbanización San Bernardino de Caracas. Allí se “armó” un serio esfuerzo para el disfrute y la promoción de los lenguajes actuales de carácter crítico. La muestra inaugural de esta galería en ciernes respondió al sugerente título de “Vamos a armar un …” contando con la participación de David Palacios, Juan Carlos Rodríguez y Juan José Olavarria y como artista invitado Eugenio Espinoza. Se presentaron telas, objetos, videos, pintura y dibujos de reciente factura, seleccionados por la Directora del espacio Nancy Farfán.

La que se “armó” en realidad fue una mirada escrutadora en torno a algunos de los emblemas que han configurado la modernidad artística en Venezuela, entre ellos las premisas urbanísticas de Carlos Raúl Villanueva, retomadas por Rodríguez en sus dos telas “Lencería Villanueva”; las fisicromías murales de Carlos Cruz Diez, redimensionadas por Palacios en sus “Infografías”; la arquetipalidad iconográfica de la bandera nacional reconstruida por Olavaria en su serie de cinco tablas, y finalmente la retícula como modelo de racionalización universalizadora del espacio moderno, motivo central del trabajo de Eugenio Espinoza. Cierran el conjunto dos piezas: un video infográfico de Palacios y otro alusivo a la discapacidad física y el ámbito público de Olavarría.

La que se “armó” – decíamos – fue una mirada caleidoscópica sobre el significado colectivo de la quimera moderna y su confianza en el ordenamiento estético del mundo sensible. Con esta iniciativa El Anexo se plantea una ambiciosa divisa, centrada en criterios estéticos y expositivos de gran actualidad y rigor. Así pues, la ocasión es propicia para desearle los mejores resultados.

Septiembre de 2007